El BCRA terminará con la línea compulsiva de préstamos productivos

 

Según explicó el Central en una comunicación difundida el viernes, el porcentaje de los depósitos que actualmente se destina a líneas de inversión productiva comenzará a reducirse de manera gradual, hasta eliminarse por completo para fines de 2018.

 

Actualmente, las entidades están obligadas a destinar el 18% de sus depósitos para fondear préstamos que son tomados por pequeñas y medianas empresas a una tasa subsidiada del 17% anual. Esto, en un contexto de altas tasas de referencia en el sistema financiero y un fuerte crecimiento del crédito privado especialmente de los hipotecarios y personales generaba resistencia entre los bancos.

 

La nueva resolución plantea reducir ese cupo a 16,5% de los depósitos para enero y de ahí en más bajarlo en 1,5% mensual, para llegar a diciembre con la eliminación total de este requisito.

 

Esta imposición surgió en 2012, cuando Mercedes Marcó del Pont estaba al frente de la autoridad monetaria. El objetivo, tal como fue explicado en ese momento, era financiar "proyectos de inversión destinados a la adquisición de bienes de capital y/o a la construcción de instalaciones necesarias para la producción de bienes y/o servicios y la comercialización de bienes y/o servicios". Los préstamos a tasa subsidiada también podía ser usados para financiar el capital de trabajo de estos proyectos.

 

Hace tiempo que los bancos le reclamaban a Federico Sturzenegger que quite este cupo, ya que los obliga a usar su capacidad prestable en créditos que rinden 10 puntos menos que una Lebac.

 

El presidente del BCRA ya había recogido el guante en agosto, cuando en un evento de la Asociación Empresaria Argentina había dicho: "Entre los muchos cambios culturales por hacer, necesitamos desterrar de nuestro léxico de política económica este concepto de crédito subsidiado, cuyo único logro es mantener el sistema financiero en la postración".

 

Dos meses más tarde, y recién después de que se conociera la intención del Gobierno de gravar la renta de los plazos fijos y otros instrumentos financieros, el directorio del Central decidió desarmar esta imposición. Por un lado, buscan congraciarse con las entidades después del revés de la renta financiera y por otro, aumentar su capacidad prestable para otros sectores de la economía.

 

Si bien la liberación se dará en forma gradual, apunta a subsanar la diferencia de velocidades que actualmente existe entre la expansión del crédito al sector privado y los depósitos, que si bien es incipiente, comienza a levantar luces amarillas en el sistema financiero. En octubre, los préstamos, impulsados por los de garantía real, como hipotecarios y prendarios, avanzaron 4,3%. Mientras tanto, los depósitos en pesos se expandieron 1,2% por debajo de la inflación calculada para ese mes. En términos anuales, los préstamos suben 42%, mientras que los depósitos 23,2%.

 

Las PyME ahora podrían aumentar su salida al mercado de capitales.

 

Fuente: Cronista

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